Aunque todavía estemos lejos de viajar en el tiempo o cambiar acontecimientos históricos del pasado, un grupo de físicos ha conseguido algo que parecía imposible: cambiar un evento que ha sucedido con anterioridad desde el presente. Esto ha sido posible gracias a una extraña propiedad de las partículas subatómicas que ya se suponía pero que todavía no había sido demostrada: el entrelazamiento cuántico. Se trata de un fenómeno que aún no se comprende del todo y que consiste en un tipo de unión entre dos partículas subatómicas sin importar la distancia que haya entre ellas. Cuando ocurre esta unión y las partículas se estrelazan de esta manera, cualquier cambio que ocurra en una de ellas se reflejará también en la otra, aunque ésta esté a millones de años luz.
Según el artículo publicado en la pretigiosa revista Nature Physics, lo que se ha conseguido es entrelazar partículas después de haberlas medido, es decir, que estas partículas, o alguna de ellas, podrían haber dejado de existir ya en ese momento…complicado, no? Básicamente, lo que han descubierto estos científicos es que (siempre y cuando nos limitemos a la física cuántica), acciones que se lleven a cabo en el futuro pueden ejercer una influencia en acontecimientos que hayan ocurrido en el pasado.
Para realizar este experimento, llevado a cabo en la Universidad de Viena, se partieron dos parejas de partículas de luz (fotones). Una partícula de cada pareja entrelazada y posteriormente separadas, fue enviada a una persona hipotética llamada Victor. De las otras dos que quedaban (cada una perteneciente a una pareja distinta), una fue enviada a Alice y la otra a Bob (estos nombres suelen utilizarse en los experimentos de física cuántica). Debido al entrelazamiento cuántico, Victor, al tener una partícula de cada pareja, tendrá control absoluto sobre la partículas de Alice y Bob. Así, si Victor decidiera entrelazar las dos partículas que posee, los fotones de Bob y Alice también se entrelazarían, aunque éstos hubieran modificado, medido o destruido estas partículas.

Según Anton Zellinger, coautor del experimento: «Lo realmente fantástico es que esa decisión de entrelazar esos dos fotones puede ser tomada en un momento muy posterior. Incluso en uno en que los otros fotones podrían haber dejado de existir». Este científico afirma que algún día este descubrimiento podría tener la aplicación en la comunicación ultrarápida entre dos computadoras cuánticas que puedan usar el entrelazamiento para almacenar información. Por supuesto, estas máquinas aún no han sido construídas.

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