Se dice que las especias son el milagro de la cocina. Transforman nuestros platos confiriéndoles mil y un sabores distintos, aportando aromas sutiles y deliciosos. Aunque estrictamente se trate de una hortaliza, el ajo es una de las especias más utilizadas en la cocina mediterránea. Además de su sabor y del aroma que aporta a nuestros platos, este vegetal tiene multitud de cualidades saludables para la salud: ayuda al buen funcionamiento del corazón, refuerza nuestro sistema inmunológico, actúa como antibiótico frente a bacterias y hongos, etc. Éstas y otras muchas cualidades, han convertido al ajo en una especia indispensable no sólo en nuestra cocina, sino en la medicina naturista.
La nuez moscada es otra especia muy presente en nuestros hogares. Su sabor intenso aporta un toque muy especial a las recetas que la incorporan. Además de su uso culinario, esta especia es ampliamente utilizada en la industria farmacéutica y cosmética en la elaboración de medicamentos para la tos, o relacionados con el sistema nervioso y digestivo, así como en lociones y perfumes. Una característica de la nuez moscada es que, en grandes cantidades, posee efectos psicotrópicos y puede, incluso, causar la muerte. Tanto es así que paises como Arabia Saudí la han prohibido ya que se considera una droga.
El sésamo o ajonjolí quizás sea menos utilizado en occidente, aunque cada vez se incorpora a más panes y pasteles. Su sabor recuerda al de la nuez y confiere un sabor muy característico. Es una especia muy utilizada en Oriente Medio mezclándose con pasta de garbanzos en la elaboración de humus, o con miel, dando como resultado un rico y nutritivo dulce. Una receta fácil que podemos hacer en casa es la mantequilla de sésamo. Sólo tenemos moler las semillas, añadir aceite y formar una pasta. Puedes añadir azúcar, miel, sal o cualquier otra especia al gusto.
La pimienta es una de las especias más conocidas y utilizadas por muchas culturas desde la antigüedad. Es una planta originaria de la India y según el tratamiento que se les da a sus granos al recolectarlos, se obtiene uno u otro tipo de pimienta. Si el grano se recoge cuando aún no está maduro y se deja secar, obtendremos la pimienta negra. Si se deja madurar en la planta y posteriormente se macera en agua y se le quita la piel, tendremos la pimienta blanca. Por último, si se recoge el grano muy inmaduro y se macera en distintos tipos de salmuera, el resultado será la denominada pimienta verde o pimienta rosa. Además de su uso culinario, la pimienta también tiene propiedades medicinales, ya que es beneficiosa para las varices, para el hígado, tiene poderes antioxidantes y, como cualquier especia picante, ayuda a quemar grasas.
Las especias son un tesoro que ha estado ligado al ser humano desde siempre y apreciado como tal. Conoce un poco mejor el fascinante mundo de las especias aquí.

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