Más de una vez nos habremos sorprendido al encontrar personas de origen chino con nombres tan occidentales y tan nuestros como, por ejemplo, María, Pepe o Miguel. Y, seguramente, más de uno haya pensado que en su país también se ponen estos nombres…pues no, nada más lejos de la realidad.
Los problemas de comunicación con China debido al lenguaje, es algo que nos ha a acompañado a lo largo de la historia,  desde que Marco Polo pisara esas lejanas tierras.  Para solucionar esto, se adaptó la forma de escritura china al alfabeto latino de manera fonética aproximada, proceso que se conoce como romanización. Éste fue el primer intento de agilizar la comunicación entre lenguas tan distantes, pero no sería hasta 1859 que se estableciera un sistema bastante más exacto y que tuvo gran aceptación.  Thomas Wade, un diplomático de origen inglés, inventó un método de transcripción, que más adelante sería modificado y mejorado por Herbert  Giles, y que fue conocido durante mucho tiempo como el sistema Wade-Giles. Más delante, con el fin de facilitar la coimunicación militar durante la II Guerra Mundial, se adoptaría el Sistema Yale. Finalmente, el gobierno de China decidió en 1949 unificar todas las adaptaciones o romanizaciones, dando lugar al sistema que se utiliza habitualmente hoy en día, el Sistema Pinyin, el más práctico creado hasta entonces.
No obstante, el chino es un lenguaje muy complicado de escribir y promunciar para nosotros. De hecho, la pronunciación del chino utilizando este último sistema no siempre coincide. El idioma chino se basa en gran parte en la pronunciación que demos a las sílabas, ya que el significado de una palabra puede cambiar según pongamos el acento en una misma sílaba. Por ejemplo, la sílaba «ma», según cómo la pronunciemos y acentuemos, puede significar caballo, red, madre o fibra de cáñamo.
Entonces, como comprenderéis, muchas chinas y chinos están hartos de escuchar cómo no conseguimos pronunciar bien sus nombres debido a la dificultad que nos supone. Y es que muchas veces prefieren ser llamadas María a su nombre original, el cual les suena bastante raro saliendo de nuestras bocas, y quizás no se parezca en nada a su verdadero nombre. Así, eligen un nombre común del país para facilitar la comunicación entre ambas culturas con idiomas tan distintos…Curioso, ¿no?
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