La congelación es una manera fácil de conservar los alimentos en el tiempo. El congelador se convierte en una especiae de despensa donde almacenamos comida que consumiremos más tarde. Pero tenemos que tener en cuenta que no todos los alimentos pueden ser congelados, ya que algunos no es nada recomendable o hay que tomar ciertas precauciones. Os vamos a decir cuales y por qué.
Si queremos congelar sopas y caldos,la mejor forma de hacerlo es triturar todo el contenido antes. Esto se debe a que la congelación hace que se separen la parte líquida de la parte sólida y al descongelar, el resultado no es demasiado apetecible. Tampoco es aconsejable que dicha salsa lleve patata, ya que ésta hará que la crema se quede muy líquida por el modo en que se congela.
Los alimentos con alto contenido en agua, como son las frutas y las verduras frescas, contienen un alto contenido en agua. Al congelarse,este agua forma cristales que rompen las paredes de las células que dan su consistencia a estos alimentos. De esta manera, al descongelar la fruta o la verdura, la apariencia será bien distinta ya que su estructura interna estará rota y el sabor se verá bastante alterado.
Con los pasteles pasa algo parecido, ya que tienden perder su consistencia, aparecen grietas y su sabor se alterará. Además, los colorantes se mezclan, adquiriendo una apariencia poco agradable a la vista.
En cuanto a la mayonesa y los huevos con cáscara, lo mejor será que no intentemos congelarlos. Debido al preceso de congelación, la cáscara de los huevos se rompe y todo su interior se mezcla y esparce, por lo que es imposible conseguir congelarlos enteros por muy lenta que sea la congelación. Con la mayonesa ocurre que durante la congelación la mezcla estable de aceite, agua y yema de huevo se altera, separándose cada elemento y quedando una masa extraña que no tiene nada que ver con la mayonesa. Lo que sí podríamos congelar son las claras de huevo, ya que no llevan ya cáscara ni ningún otro componente que pueda verse alterado con la congelación.
Por último decir que, la mejor forma de descongelar es hacerlo lentamente para que se produzcan las menos alteraciones posibles en la estructura y consistencia de los alimentos. Para ello, es aconsejable decongelar en el frigorífico.
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